martes, 10 de agosto de 2010

TECNO-PADRES.

“Tecnopadres”: más preocupación por el correo electrónico de los hijos
CUIDADOS. ES CLAVE ENSEÑARLES A GUARDAR LA PRIVACIDAD.-

En cuestión de segundos, un padre puede instalar un programa en la computadora y saber con quién chateó su hijo y con quién se intercambió e-mails, cuáles páginas visitó y qué términos ingresó en el buscador. Sin embargo, aún son pocos los que aplican programas para saber qué hicieron sus hijos mientras navegaban en Internet. Según las empresas consultadas, en Argentina sólo 1 de cada 10 mayores recurre a filtros de control.
Hace un año la Cámara del Crimen porteña dictaminó en un fallo que es legal que un padre espíe la casilla de correo de su hijo mientras dure la patria potestad. La batalla legal se desató cuando el padre de una menor revisó sus e-mails sin su consentimiento y encontró correos que le permitieron denunciar un presunto abuso sexual.
Con aquel caso sobrevino la polémica: ¿hasta qué punto un padre puede invadir la privacidad de su hijo? Consultado por Clarín en aquella oportunidad, el abogado especialista en Derecho Informático y Nuevas Tecnologías, Leandro González Frea, concedió: “La intromisión no es arbitraria, sino que obedece al cumplimiento por parte de los progenitores del deber de resguardo y protección de la integridad psicofísica del niño”. Aun con el permiso de la justicia y la enorme oferta tecnológica, hay poca demanda de programas de control.
“La preocupación de los adultos va en aumento, pero la adherencia a los programas es baja. Diríamos que de un 10% en hogares con chicos”, apunta Jorge Cella, Gerente de la Iniciativa de Seguridad de Microsoft Argentina y Uruguay. En Trend Argentina coinciden. “El nivel de adopción de tecnología para el monitoreo de los chicos es casi nulo. Los padres no tienen noción de los riesgos que corren los chicos cuando tienen acceso a la red. Aunque sí son totalmente conscientes de los ciberdelitos, como el robo de cuentas bancarias”, analiza Maximiliano Cittadini, Especialista en Seguridad.
El software espía de varias maneras: algunos registran capturas de pantallas, otros graban conversaciones de chat, otros informan los sitios visitados. Y también se pueden personalizar: el padre bloquea el ingreso a algunos sitios o habilita determinadas páginas.
A nivel global, 9 de cada 10 adultos están preocupados por los riesgos de los chicos frente a Internet, según datos de la empresa de seguridad informática Symantec. “Pero el 60% usa la protección básica y gratuita, es decir que no invierte en recursos de seguridad”, señala Bruno Rossini, gerente de Relaciones Públicas para América Latina de la empresa. Del mismo monitoreo, realizado en 2009, se desprende que el 62% de los niños encuestados tuvo una experiencia negativa en la red, como estar expuesto a imágenes de desnudo o violencia (25%) o tener un encuentro con alguien que conoció en una sesión de chat (10%).”
“Es recomendable enseñarles que una vez que suben fotos o videos u ofrecen datos personales, el contenido deja de ser privado, y la privacidad es un valor”, apunta Diana Sahovaler, psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y autora del libro “El sujeto escondido en la realidad virtual”. Y agrega: “En una sociedad donde todos se muestra y se cuenta, los padres deberían analizar si el hecho de invadir reside en su propia fantasía”.

domingo, 8 de agosto de 2010

LA CABEZA ES FABRICA, NO MUSEO...

Es imprescindible incorporar masivamente las tecnologías de la información y las comunicaciones a la tarea cotidiana del aula. La informática no debe ser vista como materia pendiente del sistema educativo. Es una herramienta más para la enseñanza de las disciplinas, así como el libro, el video, la TV, el diario, la visita a museos, exposiciones y espacios productivos y artísticos. Lo interesante de plantear la prioridad de la cuestión tecnológica estriba en que ello llevará a un replanteo de la cuestión pedagógica. Aparecerán palmariamente los campos de la información y el conocimiento. Se hará evidente que siempre hemos manejado información en la escuela y que las nuevas tecnologías ponen a nuestra disposición sistemas de acumulación y procesamiento de esa información que, por su velocidad y miniaturización, eran impensables hace un cuarto de siglo.El quid de la cuestión es: si los alumnos pueden acceder a gigantescas masas de información por su cuenta, ¿qué hacen los docentes, qué información queda en manos de ellos para organizar las acciones de enseñanza y aprendizaje? Y aquí es donde aparece claramente el rol docente, el que da sentido y valor social, jerarquía y profesionalización a quien lo ejerce. Enseñar a procesar información para transformarla en conocimiento, actividad para la cual no hay ningún software disponible. Conducir al alumno por los terrenos de la comprensión, el análisis, la estructuración, la fundamentación, la síntesis. En suma, enseñar a pensar.¿Cómo llevar adelante esa tarea? Sabiendo y teniendo las condiciones y posibilidades de implementarla en su práctica docente. Si hace falta más y mejor formación es precisamente para afrontar este cometido de enseñar a los alumnos a procesar información para producir conocimiento, la tarea más dificultosa a la que debe enfrentarse cualquier persona que se plantee estudiar. No almacenar ni repetir, que de eso se encargan los discos rígidos de nuestras PC. La cabeza de un universitario debe parecerse más a una fábrica que a un museo.

ARTE TECNOLOGICO EN BUENOS AIRES.


El arte tecnológico del Pompidou se despliega en Buenos Aires
26/07/10 En la muestra “Pasado & Presente” se exhiben nuevas formas de arte, realizadas utilizando las nuevas tecnologías de la imagen y el audio.-

DIRECTA. VAN ASSCHE: “LOS MUSEOS ESTAN DEMORADOS RESPECTO A LA PROPIA HISTORIA DEL ARTE ARGENTINO”.

Es increíble, pero cierto, y hay que aprovecharlo: por primera vez se muestran en Argentina obras de algunos grandes artistas, claves en cuanto al arte realizado con nuevas tecnologías en el siglo XX.
También por primera vez está acá parte de la colección de Nuevos Medios del Centro Pompidou de París, una de las más importantes del mundo. Estamos hablando de una exposición que comprende obras de artistas como el coreano Nam June Paik, que con su obra rompió el lenguaje televisivo del siglo pasado; o del norteamericano Bruce Nauman, que utilizó el arte conceptual y las imágenes de video, convirtiendo la historia en “experiencia”; y del norteamericano Vito Acconci, gran provocador que sorprendió con sus originales e inesperadas video-performances e instalaciones.
Ellos, junto al holandés Aernout Mik, el neoyorquino Tony Oursler y los franceses Thierry Kuntzel, Chris Marker y Zineb Sedira, presentan actualmente sus trabajos en la muestra “Pasado/ Presente” en el Espacio Fundación Telefónica.
Atípica y compleja, la selección da cuenta de la gran ruptura que se produjo en el arte y en la percepción de la gente en la segunda mitad del siglo XX. Se trata de producciones hechas con medios electrónicos como las computadoras, el video, la televisión y los diversos audios.
Clarín habló con la historiadora del arte francesa Christine Van Assche, curadora principal del departamento de Nuevos Medios del Pompidou, que viajó a Buenos Aires a organizar la exhibición.
¿Cómo definiría lo que se puede ver en esta muestra? En general son instalaciones espaciales realizadas con una diversidad de medios electrónicos.
¿Se podría decir que es una muestra histórica? Comprende obras que van desde 1965 hasta el 2002, así que sí, se trata de una breve historia.
¿De qué manera piensa que estas obras rompieron con el lenguaje tradicional del arte? Más que romper con un lenguaje lucharon contra él, específicamente contra el lenguaje de la televisión, que se pensaba como un modo de información. Por ejemplo, del artista Paik mostramos televisiones con muy mínimas y diferentes fases de la luna. Esa es una manera muy zen de comprender y ver la televisión.
¿Por qué seleccionó a estos artistas de entre una colección de 1.700 obras que posee el Pompidou? Porque representan a los pioneros del videoarte en Occidente. Nam June Paik, Nauman, Acconci y Chris Marker son pioneros sintomáticos de la colección. De esa misma época tenemos muchas cintas de performance en la colección, con artistas brasileños, de los Balcances, franceses, austríacos e ingleses. La performance en esta selección no esta representada, pero sí quisimos mostrar el concepto de la metáfora de la memoria tratada con el video y la informática.
Hay otra tendencia representada en esta muestra que es la relación intercultural. Por ejemplo, la obra de Acconci habla de las relaciones entre América del Norte y Europa. Vemos también el pasaje de la performance a la instalación, ese punto en el que el mismo espectador se convierte en el performer. Esto pasa, por ejemplo, con la obra “Going around the corner piece” de Nauman, en la que es el espectador el que hace el trabajo de performance.
¿Cuánto sabe del arte multimedia latinoamericano? Conozco a algunos artistas contemporáneos por las exposiciones internacionales. Confieso que conozco mejor el arte brasileño, sus artistas de los 70´ y 80´, no sé mucho de arte argentino.
La colección de Nuevos Medios del Centro Pompidou, ¿posee obras de artistas argentinos? Tenemos algunas, de David Lamelas, Leandro Erlich y Sebastián Díaz Morales.
¿Siente que el arte latinoamericano y sus artistas tienen una presencia significativa dentro de toda esta colección? Parece que también tienen cada vez más presencia en los centros de arte europeos.
Si, cada vez más. Sobre todo de artistas contemporáneos, como Cildo Meireles, y Tunga, por ejemplo. Están presentes porque sus obras tienen un gran valor conceptual.
¿Planean comprar más obras de esta región para el Pompidou? Sí, pero todavía no definimos nada. También hay artistas de otras partes del mundo como Asia y Medio Oriente, falta África, donde no hay mucho video.
¿Por qué piensa que puede ser que el videoarte acá es tan poco popular? Puede ser que los museos estén demorados con respecto a la propia historia del arte argentino.